OTRA VEZ, ¡GRACIAS!

Volvió, D. Ángel, con su genial maestría, a conducirnos como buen pastor, hacia las aguas tranquilas de Jesucristo, a buscar en las verdes praderas de nuestra cotidianidad, el camino de la santidad. A buscar en san José, en este año josefino que el Papa Francisco ha convocado en torno a la figura del Patriarca, a buscar lo bello, lo escondido, lo que de verdad acerca a Dios.

Con la ayuda de varios papas, sacerdotes, santos y alguna religiosa contemplativa, fuimos descubriendo esos puntos fuertes para seguir a Cristo, la humidad, la generosidad, el silencio, todo ello está impreso en nuestro corazón, nos decía D. Ángel, debemos ver cual de esos rasgos tenemos nosotros: la paciencia, el valor, la obediencia, y esa es la carta que tenemos que jugar en este tapete que es la viña del Señor. Descubrir nuestra carta, ponerla bocarriba, significa dar el cien por cien de nuestra poquedad, pero unido al cien por cien de los hermanos que trabajan en la misma viña supone la fuerza renovadora de la Iglesia.

Debemos tener en la mano el GPS que nos dejó el papa San Juan Pablo II en la exhortación apostólica Christifideles Laici, es el mapa para descubrir el mundo preparado a los laicos. Con la estructura que nos proporciona esta carta de San Juna Pablo II, D. Ángel nos dio indicaciones para conformar nuestro plan de vida. Ese que nos ayudará a jugar la partida con las garantías del éxito seguro que nos ganó Jesucristo en la cruz. La salvación está en juego ¿jugamos?

¡Gracias D. Ángel! por acercarnos el evangelio y los designios de Dios con estas nuevas parábolas, con estos nuevos ejemplos sacados de la cotidianidad, de esta forma es más sencillo vivirla santificando cada uno de sus momentos, santos 24 horas.