Durante los días del 22 al 31 de julio los miembros de Providentia hemos tenido la oportunidad de realizar una peregrinación que daba comienzo en Ávila hasta Fátima pasando por el camino de Santiago.
El motivo de dicha peregrinación ha sido poner en práctica la exhortación apostólica Evangelii gaudium del Papa Francisco, exhortación que durante todo el curso pastoral hemos estado trabajando.
La peregrinación daba comienzo con la llegada a Ávila donde pudimos visitar el Monasterio de la Encarnación, lugar en el que santa Teresa, nuestra Santa protectora, comenzó su vida de entrega al Señor, y en el cual, tras su reforma, ocupó el lugar de priora. Aquí en este monasterio entraban a formar parte los nuevos miembros de la Asociación, procedentes de la Diócesis de Alcalá y algunos de Almería y Granada.
La reliquia de San Juan de Ávila, prestada por la Diócesis de Córdoba, presidía el acto e hizo noche dentro de la clausura del monasterio. Al día siguiente tuvimos la dicha de visitar el convento de San José lugar en el que comenzó la gran reforma del Carmelo.
Después de la vista a Ávila daba comienzo el Camino-Misión. Durante cinco etapas del Camino francés, parte de los miembros de la peregrinación caminaban haciendo el camino y evangelizando entre los peregrinos, mientras que la otra parte lo hacía mediante la misión en los pueblos a los que debían de llegar los peregrinos para invitarles a participar en la catequesis y Eucaristía que tendría lugar en la tarde, llevando como guía y maestro al Santo Maestro, el Padre Ávila.
Tras una larga misión llegábamos a Santiago de Compostela, donde tuvo lugar la entrada de las reliquias a la Catedral y la recepción por parte de la Xunta de Galicia. Llegada la tarde teníamos la Santa Misa y la ofrenda al apóstol, para seguidamente tener la recepción del Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Julián Barrio Barrio, Arzobispo de Santiago de Compostela.
Al día siguiente, bien temprano, algunos miembros de la Asociación acompañados por tres de nuestros sacerdotes, tuvieron la dicha de celebrar la Santa Misa junto al apóstol Santiago en la Cripta Apostólica donde reposan sus restos.
Tras la experiencia en Santiago, llegaba el momento de ponernos bajo el manto de la Virgen, así que nos trasladamos hasta Fátima donde María nos esperaba. A nuestra llegada tuvo lugar la Eucaristía concelebrada en la capilla de las apariciones y acto seguido el Rosario de Antorchas en procesión por la plaza.
Al día Siguiente teníamos el gran vía-crucis de nuestra peregrinación presidido y meditado por nuestro fundador, el Padre D. Ramón Garrido. También durante esta mañana tuvimos la oportunidad de visitar el pueblo de los tres pastorcicos donde actualmente vive la sobrina de Sor. Lucía, Dña. Jacinta Marto, que con amabilidad nos recibió y saludó, dándonos algún que otro consejo.
En la última mañana de nuestro viaje la Virgen nos concedió el poder presidir la Eucaristía en la Capilla de las Apariciones, fue uno de los grandes momentos de nuestra peregrinación.
Damos gracias a Dios y a su Santísima Madre por el gran regalo que nos ha hecho en estos días de misión, peregrinación y fraternidad.